Hijo de un modesto labrador, hasta los 24 años no pudo entrar en la universidad donde después se doctoró en derecho y filosofía. Quería salvar a España y puso en pie, además de a sus paisanos oscenses, a muchos pequeños y medianos propietarios agrícolas.
Apasionado del conocimiento y la educación, quiso situar como necesidad básica las políticas de desarrollo de España, como refleja el lema Escuela y despensa con el que se le identifica por medio de una política hidráulica porque, como decía,…
un hombre que taladra un pozo… está ensanchando el suelo de su patria.
Desde que acudió a la Exposición Universal de París de 1867, le obsesionó la idea del progreso y pretendió el acercamiento de España con respecto a los otros países europeos y norteamericanos más desarrollados.
En esa exposición pudo observar de primera mano un nuevo invento, el velocípedo de Michaux, antepasado de nuestras bicicletas.
Costa copió su diseño en un papel y los apuntes que tomó sobre aquella máquina los envió a Huesca, convirtiéndose la ciudad en la primera de España que vio circular bicicletas por sus calles.
Replica Bici Joaquín Costa
Pudo pero no quiso ser ni diputado ni ministro. Lo suyo era escribir (más de cuarenta libros y cientos de artículos) y hablar para convencer.
De los escasos 65 años de su vida, pasó 33 en el Alto Aragón. Cuando al “león de Graus” le llegaba el final, el cuerpo se le doblaba y tenía que recogerlo a cada momento. El día de su muerte, más de treinta mil personas visitaron la capilla ardiente. Su epitafio termina diciendo: No legisló.
Cementerio de Torrero, Zaragoza
El día 14 de febrero de 1906 en el teatro Pignatelli de Zaragoza pronuncia un nuevo discurso. El cuerpo recio, la cabeza soberbia, el pelo rojizo, la barba dura y bien poblada, la voz iracunda que cautiva al público. Nos cuenta un espectador:
Era tan violento su gesto y tan grande la sugestión que ejercía en el auditorio, que al levantar el puño le creíamos armado de una espada invisible, y cuando lo descargaba doblábamos inconscientemente la cabeza para eludir el golpe.
RUTA JOAQUÍN COSTA
La Ruta Joaquín Costa por carretera une su lugar de nacimiento, Monzón; la ciudad donde vivió y murió, Graus; y Barbastro, donde lanzó sus iniciativas políticas y económicas, así como otras poblaciones y parajes situados en el itinerario que las une.
La ruta se iniciaría en el lugar donde nació Costa, en Monzón. Además de visitar el castillo o la catedral, podremos ver la que fue su casa natal y hoy es un museo que recuerda su vida y su obra.
Castillo de Monzón de https://www.flickr.com/photos/53579128@N04/
También en Monzón existe un sendero ideal para recorrido a pie o en bicicleta. Recibe el nombre de Sendero Joaquín Costa. Transcurre entre caminos y pistas de la Acequia de San Sebastián y del Canal de Aragón y Cataluña, gran proyecto hidráulico ideado por Costa.
También existe otra ruta por carretera en la que podríamos recorrer localidades como Barbastro, con visita inexcusable a su catedral, su museo diocesano y otros lugares emblemáticos como la plaza del Mercado o el Centro de Interpretación del Somontano.
Catedral de Barbastro de www.flickr.com/photos/mjd2007/5012611174/
A continuación nos podríamos dirigir hacia la Ribagorza y nada más traspasar el Congosto de Olvena llegamos al Pantano de Costa y la central hidroeléctrica de San José, inicios del citado Canal de Aragón y Cataluña.
Embalse barasona Joaquín Costa de www.livewater.es
La ruta finalizaría en Graus, lugar donde pasó sus últimos años.
Más información http://redaragon.elperiodicodearagon.com