Yacimiento Arqueológico La Codera 🏺

Alcolea de Cinca HU AR

Cómo Llegar

El Conjunto Arqueológico de La Codera reúne en escasos centenares de metros un extraordinario patrimonio arqueológico de gran valor. Los restos conocidos hasta el momento abarcan desde la Edad del Bronce a la época ibérica cubriendo un lapso de tiempo que abarca casi un milenio.


En este lugar contamos con un poblado de la Edad del Bronce, un asentamiento de Campos de Urnas, un poblado de la Edad del Hierro, dos necrópolis asociadas a éste último y un poblado ibérico. Además existen otros restos pendientes de clasificación, otras dos necrópolis prehistóricas y dos hornos de cal modernos.



EDAD DEL BRONCE

Dominando todo el conjunto, con unas condiciones de visibilidad muy estratégicas, se encuentra una elevación cónica de unos 250 metros s.n.m. en la que se ubica un asentamiento de la Edad del Bronce, hasta el momento el más antiguo de la zona.

Pendiente de estudio y a falta de excavación, conserva en superficie restos de muros y fragmentos cerámicos muy dispersos. No obstante conocemos tres piezas de interés que nos permiten su adscripción cultural y cronológica.

Se trata de una urna bicónica de carena acusada, provista de un asa de cinta plana y cerámica de cocción oxidante, cuya tipología es semejante a otras piezas datadas en un amplio horizonte que va del Bronce Medio al Bronce Final I o II. Junto a esta pieza se cuenta con dos toscos morillos, de cuerpo macizo y redondeado dotados de los orificios correspondientes para recibir las varillas de la parrilla.



EL BRONCE FINAL

Al suroeste del poblado del Hierro en la parte baja y a orilla de un barranco que desemboca en el río Cinca, han aparecido unos interesantes restos que parecen pertenecer a un momento algo anterior al citado poblado, probablemente a la cultura denominada de Campos de Urnas.

Lo exiguo del área afectada por los trabajos arqueológicos no permite establecer unas conclusiones definitivas pero los materiales cerámicos recuperados corresponden a vasijas con decoraciones acanaladas muy características de los últimos tiempos de la Edad del Bronce, cuando se produce la penetración de la cultura de los Campos de Urnas. De momento puede plantearse una cronología en torno a los siglos IX – VIII a.C.

Por lo que respecta a las estructuras, hasta el momento sólo conocemos el muro de una habitación adosada a un aterrazamiento del terreno y que al parecer fue destruida por un violento incendio. En las inmediaciones son visibles en superficie los restos de otros muros correspondientes a otras habitaciones que se disponen escalonadamente en la ladera del barranco.



EDAD DEL HIERRO

Los restos de la Edad del Hierro corresponden a un poblado y dos necrópolis tumulares de incineración.

Hasta el momento los trabajos de investigación han afectado a una cuarta parte del poblado, a la totalidad de una de las necrópolis y unos pocos túmulos de la otra.
Los resultados permiten confirmar que los tres enclaves son contemporáneos, abarcando un periodo de unos cien años de ocupación desde finales del s VII a.C. hasta comienzos del siglo V a.C., según se desprende de las dataciones radiocarbónicas de que disponemos hasta el momento.



ÉPOCA IBÉRICA

Al este de los restos de la Edad del Hierro hay una pequeña elevación a cuyo alrededor se encuentran numerosos fragmentos de cerámica ibérica y son visibles restos de muros que corresponden a un poblado de esta época. La erosión del terreno hace difícil establecer los límites de este poblado, que se encuentra protegido por las laderas del asentamiento del Hierro y unas pequeñas elevaciones situadas al norte y al sur del emplazamiento, que se abre naturalmente hacia el este, es decir hacia el río Cinca, del que dista unos 500 metros.

Hasta el momento se ha efectuado un pequeño sondeo que ha deparado el hallazgo de un muro de doble paramento y un enlosado superpuesto a un suelo de arcilla apisonada. Los materiales recuperados son escasos correspondiendo a cerámica común ibérica y algún fragmento con la decoración pintada característica de bandas y semicírculos concéntricos. También se ha recogido un pondus de arcilla rojiza de pequeño tamaño.

Por los datos obtenidos hasta el momento y a falta de referencias que permitan una mayor precisión cronológica, puede fecharse este asentamiento en torno a los siglos II a.C.