El Bautizo del Alcalde en Monzón

La plaza Mayor de Monzón acoge cada 4 de diciembre un ritual especialmente querido por los más pequeños: el Bautizo del Alcalde.

Esa tarde, del balcón del ayuntamiento llueven caramelos durante unos minutos en los que los niños no dan abasto. Son lanzados por la corporación municipal y las Zagalas y zagaletas de fiestas para conmemorar un hecho histórico del siglo XVII.
Antes de que los chavales se conviertan en protagonistas de la fiesta, un grupo de teatro local recrea los acontecimientos históricos: las tropas castellanas recuperaban el Castillo de Monzón de manos francesas en la Guerra de la Secesión, un 4 de diciembre de 1643. La población eligió por mayoría un alcalde, que resultó ser mudéjar, por lo que su confesión religiosa era un problema que se solucionó con su conversión al cristianismo. Una vez bautizado, el júbilo inundó Monzón y llovieron castañas y dulces desde el balcón del ayuntamiento.

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