En un marco incomparable y lleno de magia por su gran belleza natural, el circuito de Linza es esconde en el interior de un hayedo.
Suaves pendientes y ocho kilómetros de pistas de dificultad baja-media, en las que destaca la sencillez del Llano de Linza, la complejidad de la del Barranco de Petrechema y la belleza de la pista de Foyas que, tras superar el hayedal, llega al fondo del circo donde se puede ver una excepcional panorámica del valle de Ansó.