En 1096, Pedro I conquista la ciudad de Huesca tras vencer en la batalla de Alcoraz y se incorpora al Reino de Aragón. La ciudad de Huesca siempre fue un importante centro urbano desde la época ibérica y tras su conquista se convierte en una de las principales capitales del Reino de Aragón. Fruto de ello es el legado histórico y artístico que conserva de esta época y que nosotros os lo trasladamos en forma de ruta para disfrutar en vuestra visita a esta histórica capital de provincia.
1 – MURALLA DE HUESCA
Cuando llegaron los musulmanes a Huesca en el 719 ya se encontraron una parte fortificada de época íbero-romana. La fortificación llegó a contar con 99 torres de defensa, separadas entre sí 22 metros. Para entrar o salir de la ciudad se debía de atravesar alguna de las siete puertas de Waska.
En época cristiana se conservó la muralla y se hicieron cambios y adecuaciones para reforzar su defensa. Se pueden ver restos de esta época en el Transmuro y en los dos Cosos, que son los que esencialmente se pueden observar hoy en día. Actualmente podéis disfrutar de ella dando un paseo por encima de sus muros ya que está totalmente reformada.
Cuenta la leyenda que el año 1094, explorando la muralla de la ciudad en busca de algún punto débil que propiciara el asalto, una saeta musulmana le entró por la axila. El 4 de junio de ese año recibió una herida que le causó la muerte. Trasladado al castillo de Montearagón, más tarde su hijo Pedro le daría sepultura en San Juan de la Peña.
2 – LA CATEDRAL
Se inicio en el siglo XIII y se concluyó hacia 1.515. Aunque adquirió las formas del gótico, su sencillez y algunos de sus elementos constructivos hacen que nos parezca un templo románico.
La actual Catedral gótica de Huesca se construyó sobre el antiguo templo románico edificado en la ciudad tras su toma a los musulmanes. Del primitivo claustro románico queda la crujía norte del mismo que podréis contemplarla dentro del museo diocesano.
De gran belleza ejecutoria es el retablo del altar mayor (1.520).
Pegado a la Catedral se encuentra el museo Diocesano, donde podréis disfrutar de varios tesoros de nuestra ciudad. Si vais con la visita guiada del Ayuntamiento la entrada está incluida, y sino os dejamos aquí los horarios del museo >
3 – PALACIO DE LOS REYES DE ARAGÓN
La magia de las leyendas inunda este museo cuya sede es la antigua Universidad de Huesca y el que fuera Palacio de los Reyes de Aragón; ambos buenos ejemplos de arquitectura civil de los siglos XVII y XII, respectivamente.
Son dos edificios históricos de la ciudad. La primera consta de planta octogonal y un destacado patio porticado, que data de 1690.
En el segundo, destacan las estancias denominadas Sala de la Campana, Salón del Trono y Sala de doña Petronila.
4 – SAN PEDRO EL VIEJO
Entre los templos más antiguos de la provincia, se construyó en el siglo XII y es uno de los máximos exponentes del románico aragonés. Destaca el claustro con sus columnas geminadas que terminan en capiteles bien esculpidos. Panteón real de los reyes de Aragón. Quizás sea el monumento más reconocido de la ciudad.
5 – SAN MIGUEL
En la ciudad de Huesca se conoce a este convento como el de las «Miguelas». El templo fue fundación del rey Alfonso I en 1110. En el pasado fue un hospital situado frente a la Torre del Amparo. Su nave y torre son de estilo románico pero su cabecera es plenamente gótica. En su interior posee un tesoro escondido, su techumbre mudéjar.
6 – SAN AGUSTÍN O SANTA MARÍA DE FORIS
Desde San Miguel dando un paseo por los alrededores del parque del Isuela, con vistas a la muralla, llegaremos a la antigua residencia de niños, actual universidad. Y junto a ella nuestra ermita románica de San Agustín o Santa María de Foris, que hoy en día se ha convertido en un salón de actos de la Universidad. Destaca su cornisa con ajedrezado jaqués y conserva también tras la torre su portada original.
7 – NUESTRA SEÑORA DE SALAS
A menos de 1 km de la Capital oscense, se alza la Ermita de Salas. Sin duda uno de los paseos favoritos de los Oscenses! Los hortelanos le tienen gran devoción y es que no hay que olvidar que esta situada alrededor de las pocas huertas que hoy quedan en esa zona, antaño muy numerosas.
El interior de la ermita fue remodelada en el siglo XVIII por José Sofí. El retablo mayor, del siglo XVIII, guarda en su hornacina central dos efigies medievales de la virgen:
- La Virgen de Salas, una talla policromada de la virgen con el niño.
- La Virgen de la Huerta, en pie, recubierta de plata.