La Espectacular Ruta por las Iglesias del Serrablo ⛪️
Huesca Aragón ES
Este conjunto de iglesias tan peculiares y con unas características comunes, bien se merecían un Centro de Interpretación abierto en 2017.
Estas iglesias están fechadas entre el siglo X y el XI, adscritas también según teorías al arte mozárabe o al primer Románico aragonés, los elementos que las distinguen son el empleo del arco de herradura y marcos a modo de alfices en puertas y ventanas, la aparición de airosas torres o entre los elementos más sobresalientes, los peculiares ábsides recorridos por una sucesión de arcuacines murales adosadas, que se coronan con un friso de baquetones o rollos.
Por eso hoy os proponemos la maravillosa ruta por las iglesias del Serrablo, a la par que se detallarán otros edificios de interés localizables en los distintos puntos que se van a recorrer.
La ermita de San Bartolomé de Gavín (1) va a ser el punto de arranque. Nada más atravesar el túnel de Gavín en dirección a Cotefablo, parte una pista, a la izquierda, que se adentra entre laderas boscosas. En medio del monte y ante un prado, se descubre una de las muestras más destacadas del conjunto serrablés por su soberbia torre, en cuya parte alta se sitúa una serie de motivos circulares o rosetas decorativas, coronadas por ventanas geminadas y friso de baquetones. En su parte inferior hay una pequeña ventana aspillerada con arco de herradura sobre un dintel, similar a otra que se puede ver en la iglesia del cercano pueblo de Yésero, por lo que esta última tendría un origen similar.
Volviendo a Gavín, donde también existía otro ejemplo cuyo ábside fue trasladado al parque de Sabiñánigo, merece una visita lo que subsiste del antiguo monasterio de San Pelay (2).
Éste se encuentra cercano al vial que lleva hasta Espierre (3), pueblo que además de su parroquial románica conserva dos ermitas de dicho conjunto: las ruinas de Santa María y la de San Juan, ambas con ábside plano y puerta de arco de herradura.
Hay que seguir camino hacia Biescas y tomar dirección a Sabiñánigo hasta el cruce que lleva a Orós Bajo y a Oliván, ambos con sendas iglesias del grupo serrablés. La de Santa Eulalia de Orós Bajo (4) precedida por un bello caminito entre prados y huertas, presenta un ábside con los típicos arquillos ciegos, pero sin friso de rollos o baquetones superior.
En Oliván (5), la parroquial de San Martín posee la prestancia de los ejemplos más destacados del conjunto, a pesar de sus transformaciones posteriores. En ella sobresale el ábside, con las características generales apuntadas. La torre, que pudo ser parecida a la de San Bartolomé de Gavín, fue remodelada en el siglo XVI, momento en que también se añadió una segunda nave por el lado sur, el de la fachada.
Desde Oliván parte el camino que lleva a Susín, con su ábside de tipo serrablés y su deliciosa ventana geminada, se pasa por Basarán, donde se levantaba otra iglesia del grupo que fue trasladada a Formigal, y se llega a Otal donde sobresale toda la fábrica de la parroquial, de similar tipología.
También desde Oliván y siguiendo el vial que comunica las poblaciones de la margen izquierda del Gallego, pronto se arriba a dos ejemplos digmáticos de este grupo: San Juan de Busa y San Pedro de Larrede. San Juan de Busa (6) es una sotaria ermita sin concluir en su momento, con el ábside prototípico ya descrito y con una puerta en arco de herradura decorada con relieves, un aspecto inusual en este grupo de iglesias, además de una ventana con tres arcos de herradura en el muro del hastial. Debajo hay cegada otra puerta que también puede ser original, pues el edificio apenas ha cambiado desde su construcción. Al interior, ha que señalar la existencia de dobles columnas adosadas a los muros, seguramente previstas para sostener una bóveda que nunca se construyó. En cuanto a los motivos ornamentales de la porta da, suelen interpretarse como elementos vegetales -un festón acompañado de palmetas-, si bien también existe una interesante interpretación astrológica, según la cual indicarían el ciclo de los planetas que entraron en conjunción el día del nacimiento de Cristo.
Por su parte, en Lárrede (7) se levanta el ejemplo más representativo de todo el grupo y por el que recibe el nombre de circulo larredense. En él se puede apreciar el arquetipo de ábside, de puerta y de ventanas geminadas con arcos de herradura. También es el mejor lugar para deleitarse con los marcos rehundidos de estos vanos, a modo de alfices del arte musulmán, que sirven para crear bonitos juegos de luces y sombras al exterior. Su esbelta torre, en cuya parte superior se abre una serie de arquerías triples de herradura, es un hito en el valle, mientras que el interior del templo es magnífico y singular, al ser la única iglesia del grupo con planta de cruz latina y cubierta de bóveda de medio cañón, apoyada sobre dobles columnas. En la población también se pueden saborear las formas exteriores e interiores de casa sábal, frente a la parroquial, así como la torre defensiva del siglo XVI – la Torraza- que domina el lugar.
Hacia el sur, pronto aparece Satué (8) con otro excelente edificio siguiendo dichas características sobre todo el hemiciclo.
Tras éste, se pasa por Latas, con una iglesia románica, y se llega a las puertas de Sabiñánigo.
Aquí arranca otro vial que conduce a Sardas, con parroquial románica e interesante lavadero, y a Isún de Basa (9) donde disfrutar con otro ejemplo de este singular conjunto.
Regresando a Sabiñánigo, al norte de esta población se encuentra Cartirana, en cuya parroquial se conserva una puerta en arco de herradura, si bien el itinerario ha de continuar hacia Monrepós. A la altura de Hostal de lpiés, está el desvío a Arto, cuya iglesia mantiene una pequeña parte del primitivo ábside de tipo serrablés, y más al sur se encuentra el desvío a Lasieso (10).
Su iglesia de San Pedro posee una airosa torre y un ábside que siguen los modelos larredenses, pero también otro ábside plenamente románico. La doble nave señala su condición de templo monacal, perteneciente al monasterio fundado por el conde Sancho Ramírez, hijo natural de Ramiro l, a mediados del siglo XI.
Fuente: Libro Rutas por Aragón: Alto Gállego